jueves, 17 de octubre de 2013

Para reflexionar y compartir miradas


DEL CANSANCIO EDUCATIVO AL DOCENTE ANTIDESTINO (Extracto)
Carina Rattero


“A los obstinados…, A los apasionados…, A los DOCENTES con minúsculas que no se cansan de
ENSEÑAR”

a. Tiempo; lugar; oportunidad…

Estamos aquí para darnos una oportunidad, y al hablar de ella, el diccionario nos dice “pertinencia de tiempo y de lugar”; y, quizás sea este un tiempo y también un lugar que convocan al encuentro. Pero también oportunidad por que la “educación” tiene que ver con una cierta “forma de dar”, que es
siempre una oportunidad, aunque esto hoy aparece constreñido por el “aquí y ahora” de un presente sin largo plazo y, ustedes saben, de urgencias y necesidades.
Al hablar de urgencia pensamos en lo que pasa, ¡nos pasa? en las escuelas, … en la urgencia que imponen la apatía y desinterés, el ausentismo de alumnos y docentes, las conductas violentas y violentadas…., el llamado “fracaso escolar”; formatos técnicos, cifras alarmantes que encierran
nombres y caras de cierto sufrimiento.
Nombres y caras que dicen de abandonos y de huidas: de aquello que se ausenta en las aulas…, los que se escapan, los que no van, los que faltan siempre, los que entran por obligación, los que miran y critican desde afuera, los que miran y critican desde adentro, los que viven en la queja permanente y etiquetan desinteresadamente, los que quedándose allí sentados, no obstante se ausentan del enseñar y del aprender respectivamente…

b. Distintos verbos para una Tarea
Prometer, la educación se trata de Promesas… “si estudias serás como yo”. Y también de palabras que instituyen. Un nombrar que designa, y al hacerlo también asigna; ofrece al otro un lugar que puede ser el de “a éste no le dá la cabeza”, “con estos chicos no te preocupes mucho por que no van a llegar a nada”; o “éste sí que es un bocho”; o “te regalo este grupo, están insoportables como siempre”; o “inútil como siempre, no te parecés a ….”
O…… Pero, ¡por qué mencionamos que hablar de tiempo – este tiempo – es hablar de abandonos y de huidas? Es que se presenta como el tiempo en que la promesa aparece quebrada. Esta dificultad para sostener promesas y la ausencia de expectativas sociales movilizadoras tienen como efecto perverso la desafiliación.
Tiempo de crisis, suelen llamarlos algunos, ¡cuál no lo fue? Lugar al que se suele apelar para justificar la falta de respuestas, la falta de aprendizaje, la falta de enseñanza. “Lo que falta son contenidos, falta capacitación, faltan libros, falta presupuesto, a los alumnos – decimos los docentes – les falta conocimientos previos, les falta compresión lectora, falta apoyo de la familia”. En otras palabras es la educación la que falta a la cita, al encuentro con el tiempo
que vendrá; “falta sin aviso” y “queda libre”, despojada de una apuesta hacia el tiempo futuro, un quedar libre de faltas que la deja sin ataduras ni posibilidades de hacer lazo.
Los docentes sabemos de faltas y de crisis. Es mucho lo que falta… también falta no claudicar, enseñar… Somos parte de esta cultura, que ha dejado de apostar, en muchos casos, y nos deja a la deriva, sometidos a las reglas de la competitividad, al descrédito y la descalificación, sujetos al cansancio educativo.
Pero, entonces ¿a quién reclamar?. Quizás ante tanta denuncia de falta, lo que faltan sean respuestas o lo que falta sea asumir que en cada caso es preciso responder, aún a sabiendas que cada respuesta lleva en sí algo de la imposibilidad de la educación. Verbos en infinitivo, palabras que hacen serie y requieren multiplicidad de tiempos y personas: Prometer; nombrar; sostener; apostar; enseñar; responder…

c. Profecías que trazan destinos…
Estanislao Antelo – pedagogo rosarino – plantea que “un docente es por definición un obstinado”, un tenaz que no se conforma fácilmente y siempre quiere otra cosa para sus alumnos. Y bien sabemos que para ser educador en estos tiempos – no son los mismo tiempos en que fuimos educandos – algo de eso hay que tener, hay que saber insistir, no cansarse, lidiar, llamar, apasionarse para apasionar, deslumbrar, convocar al otro a un movimiento, a un encuentro para que algo pueda acontecerle… No ser cómplices de abandonos y de huidas…. Se podría decir entonces que un DOCENTE es un TRABAJADOR ANTIDESTINO. ¿Por
qué? ¿quién puede con tamaña tarea? ¿quién podría ir contra el destino?

Por que la pedagogía, la didáctica y todas esas cosas que supuestamente estudiamos, aprendimos y “aplicamos” hacen que sepamos de planificaciones, de objetivos, de metas y criterios, de perfil del alumno, de competencias y resultados definidos… es decir, de efectos que supuestamente podemos predecir. Pero la propiedad del discurso pedagógico, es la de hacer lazo. Se trata de un discurso cuyos efectos no podemos anticipar, y sin embargo puede mover los cuerpos para modificar destinos. La oportunidad que nos da la educación es la de “desatar a alguien de la profecía de fracaso con que llega”.
Compartimos dos vivencias para graficar estas definiciones:
· Clarín, 2001: “(…) Empecé a estudiar teatro a los 13 años y a mitad de ese año llegó una profesora francesa que centraba sus clases en el trabajo de la memoria emotiva y la improvisación… “a mi me parecía maravillosa”. Como era muy tímida – continúa – me sentaba en la última fila, para evitar subir al escenario, pero un día me tocó subir con otros diez compañeros; “teníamos que cruzar un puente” – cuenta – “veníamos de una aldea bombardeada y cada uno debía decidir qué hacía: si moría, quedaba herido, o se salvaba”. Cuando terminó la escena, la profesora fue simplemente cruel, sólo me preguntó
“¿usted, quiere ser actriz?” – y dictaminó – “No sirve”. Yo me quería suicidar – asegura – por suerte al tiempo salí del pozo y volví a intentarlo” ….¿Qué le devolvió la confianza? – pregunta el periodista – “otros profesores que me trataron amablemente y motivaron los talentos escondidos que tenía demostrándome sus confianza” respondió sonriente la actriz. (Norma Aleandro).
Hay aquí dos cosas que son válidas destacarlas, cómo juegan la profecía de fracaso y opuestamente el hacer confianza. Profecía de fracaso es lo que hay, lo vemos a diario, y es tan fuerte que nos duele en el cuerpo al transitar la escuela, en los alumnos apáticos, desinteresados, abandonados, en la queja permanente de los docentes sin búsqueda de respuestas, en el etiquetamiento muchas veces impensado.
El “ser” para algo o el “no ser”, pronunciados desde el lugar del docente son significantes fundadores. Asignan al otro un significante que viene a representarlo y a partir del cual el lazo social queda anudado. “La palabra del docente opera así, como lo que Lacan llama, significante amo, el significante en tanto pretende dar consistencia al ser del otro…” . Para que la transmisión efectiva pueda acontecer, tiene que haber una apuesta, una herencia que se pasa, algo que se ofrece… y esto es también una cierta confianza, un dar lugar y posibilidad para que el otro haga con esto otra cosa… algo diferente….La escuela, debe marcar cierta diferencia, condición para poder hacer, poder ser y “no estar de más”, “ser alguien”, en fin, pertenecer.
Ahora bien, vale preguntarnos qué diferencias podemos convocar si en lugar de ofrecer una oportunidad, otra nueva, diferente, la escuela aparece como lo mismo, lo ya sabido, esto es, si sólo trabajamos con lo que traen ¿qué de lo nuevo puede desencadenarse? ¿qué puede ponerse en juego allí si lo que ofrecemos es sólo un lugar vacío, cansado?
Parece ser entonces, que asistimos a un cierto “cansancio educativo”. El desgano educativo es una de las formas de nuestro “mal – estar”. “Recién a esta altura del año y ya no sé que hacer… si ya no aprendió….”. Cansados quizás, de tanto tratar de amar a esos jóvenes que “se tiran cosas en el aula; se golpean en los recreos, se agreden verbalmente y por las redes, no traen el material de trabajo, no contestan cuando se les habla, no…….”; “cansados de que nada les interese, de que provoquen desorden e indisciplina, de que los padres no se ocupen y
acompañen, de que……”.
Vale interpelarnos entonces acerca de esto que ofrecemos, acerca de los que trasmitimos o dejamos de transmitir, las formas en que memoria y herencia cobran cuerpo en nosotros, educadores “cansados…”.

Compartimos la segunda vivencia…
· Podemos esperar algo o predecir algo positivo de “un niño pobre, sin padre, “educado” en un miserable barrio de Argel por una abuela autoritaria y una madre sordomuda agotada por la pobreza y el trabajo en “casas ajenas”?...... Este niño (premio Nobel de literatura en 1957) escribía en su libro “El Primer Hombre”: “…Después venía la clase; con el sr. Germain, era siempre interesante por la sencilla razón que él amaba apasionadamente su trabajo…. Los manuales eran siempre los que usaban en la metrópoli y aquellos niños que sólo conocían el polvo y la arena de las playas, leían aplicadamente marcando puntos y comas unos relatos extraordinarios….. para Jaques esos relatos eran el exotismo y soñaba con ellos, llenaba sus ejercicios de redacción con las
descripciones de un mundo que no había visto nunca…. Para él, esos relatos formaban parte de la poderosa poesía de la escuela…. Sólo la escuela proporcionaba esas alegrías… y lo que con tanta pasión amaban de ella era lo que no encontraban en la casa, donde la pobreza y la ignorancia volvían la vida más dura, más
desolada ….”.

¿Qué hubiese sido de Albert Camus (Premio Nobel de Literatura en 1957) sin la intervención del
docente como el Sr. Germain?
Es válido decir entonces que el Docente Antidestino es aquel que en lugar de distraerse en el
“cansancio de…”, piensa, estudia, se apasiona, apuesta, hace confianza, obstinadamente ENSEÑA.

CONSIGNAS:

LUEGO DE HABER LEIDO EL MATERIAL Y DEBATIDO LAS IMPRESIONES PERSONALES DENTRO DE LOS GRUPOS, LES PROPONEMOS COMPARTIMOS EN FUNCIÓN A LOS SIGUIENTES INTERROGANTES:

a. ¿EN QUÉ LUGAR ME POSICIONO PARA OTORGARLE ENTIDAD O NO A LOS ALUMNOS?

b. ¿CUÁLES SON MIS ACCIONES/ACTITUDES QUE PROMUEVEN LA
VALORACIÓN/DESVALORIZACIÓN, LA IDENTIFICACIÓN/ETIQUETAMIENTO DE MIS ALUMNOS?

c. ¿QUÉ SENTIMOS CON RESPECTO A LO QUE PASA / NOS PASA EN LA ESCUELA DESDE NUESTRO ROL DOCENTE?

d. ANTE LOS PROBLEMAS O NUDOS PROBLEMÁTICOS QUE EMERGIERON, ¿QUÉ PROPUESTAS
PROPONGO DESDE MI ROL Y FUNCIÓN PARA SUPERARLAS/SUBSANARLAS?